JULIO 2000 – DICIEMBRE 2000
¿QUIÉN?, ¿QUÉ?, ¿CÓMO? ¿CUÁNTO? Y ¿DE DÓNDE?
En la primera reunión plenaria (¡¡estábamos todos!!) en Julio de 2000 se plantea la gran pregunta: ¿Quién va a ser el Capitán? Tras un silencio sepulcral se llega a una primera e importante conclusión: No tenemos un mirlo blanco que llegue, ponga la pasta y se vaya. Llega la segunda gran pregunta: ¿Algún voluntario? (Unos van al aseo, otros a por tabaco, alguno tose y otros silban...) Tras ir preguntando uno a uno y oír uno a uno como dice que no, de repente se oye un ¡¡SÍ QUIERO!! Y seguidamente suena el estruendo de una traca. ¡HA SIDO JAIME! ¡YA TENEMOS CAPITÁN!, y es mas que un mirlo blanco, ya que es de la Filà desde el principio, pone dinero y además continua con nosotros. Su Dama será Conchi Martínez Cristóbal, su mujer.
Al mismo tiempo, se nombra a los Caballeros del Capitán, (todos los demás), Ade, Agustín, Daniel, Javi, José Antonio, José Carlos, José Raimundo, Paco Bernabeu, Paco Carrión y Pedro. También se nombra a las Damas: Ana, Angelita, Claudia, Chelo, María José, Manoli, Marga, Merce, Pepi, Sabrina, Susana y Yolanda.
Una vez recuperados de la emoción, y del susto de la traca, y después de las felicitaciones, besos y abrazos, se pasa al siguiente punto: ¿Qué vamos a hacer?. Paco B propone que la capitanía sea una recreación lo más fiel posible a la época medieval, en la que sucedieron los hechos. Además propone un diseño de boato que se había gestado mientras veíamos y bebíamos en la entrada mora de 2000. Su propuesta fue aprobada, y sobre ella se trabajaría. Además se fueron elaborando varios planes de actuación: redecoración del cuartel, montaje de la calle, portada exterior...
Quedaban por fijar las dos últimas cuestiones, que si no eran las más importantes, si al menos las más delicadas: ¿cuánto nos va a costar?, y ¿de dónde va a salir?
En Octubre del 2000, nuestro Capitán decide que con arreglo a la idea que se ha diseñado sobre el boato, lo más correcto sería que realizase la Entrada en Junio de 2001, a lomos de un caballo con su gualdrapa (véase Diccionario de la Real Academia) correspondiente.
En posteriores reuniones, se fueron fijando las cosas. Decidimos que partes iban a componer el boato, que se iba a hacer en el cuartel, el presupuesto de la filà, los gastos del boato, quien nos iba a ayudar... Y se comenzó a fijar un calendario de trabajo, cuya primera etapa finalizaría en el Mig Any de diciembre 2000.
Dispuestos a conseguir que la Capitanía fuera un recuerdo imborrable para todos nosotros, nos planteamos la forma de hacer algo que se saliera de todo lo visto hasta ahora. Creo que lo conseguimos. En el desfile de Mig Any al llegar al final una gran traca saludó la llegada de la Filà Leoneses al tiempo que se desplegaba una pancarta anunciado el inicio de nuestra capitanía.
Por supuesto que es un recuerdo imborrable, junto con las 25000 pts (159,25 €), de sanción por el parón, y las botellas de Dom Perignon que se pagaron el capi y su dama. Queda una botella de recuerdo (por supuesto vacía) en la Sala de Trofeos de la Filà.
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