martes, 5 de noviembre de 2013

Historia de la Filà. Diciembre 2000 - Marzo 2001.

Continuamos con la historia de la Filà, y nada mejor que ver, en este año de Capitanía, como fue la Capitanía de 2001.

DICIEMBRE 2000 - MARZO 2001. LA COMISIÓN PERMANENTE

Pasadas las navidades, la maquinaria de la filà se pone de nuevo en marcha y así llegamos a la realización de nuestro primer acto oficial como capitanes; el 5 de enero de 2001 participamos en la Cabalgata de los Reyes Magos celebrada en nuestro barrio de San Blas. Javi tuvo el honor de representar a Su Majestad el Rey Melchor, y Ade, Agustín, Daniel, José Antonio, J.R., Paco B y Pedro, fuimos los Reales Pajes. Fue una cabalgata fantástica, resulta inolvidable ver la ilusión que se refleja en la cara de los niños y los no tan niños.


El 10 de febrero de 2001, nuestro Capitán y su Dama nos invitan a una cena de confraternización que se celebra en el Castillo del Conde de Alfaz, donde los Caballeros Verdes, los cuales defienden nuestros colores, gracias al gran animo infundido por nosotros, y a nosotros por la cena, vencen a los malvados Caballeros Rojos. Ha sido otro de los momentos inolvidables de este año.





Conforme se comienza el trabajo se va creando de manera espontánea la autodenominada “Comisión Permanente” compuesta por los cinco o seis que todas las noches van al cuartel a trabajar. Algunas veces también viene Paco B, que trabajar no trabaja, pero por lo menos da conversación. Durante estas noches desplegamos todas nuestras habilidades en albañilería, carpintería, fontanería, decoración... Pero como en todos los trabajos se fuma, a partir de las doce de la noche se procede al “plis plai” de rigor.

De estas reuniones nace el lema que preside todas las reuniones:

De perdidos... al río

en referencia a que hagas los cálculos que hagas, finalmente todo es más caro.

De este modo durante aproximadamente cuatro meses, y de lunes a viernes (o casi) la actividad en el cuartel es frenética: se pintan todas las paredes, se cambia toda la decoración, se fabrica una lámpara (que, modestia aparte, nos queda cojonuda), ponemos una araña a tejer su tela en la lámpara, y sobre todo se construye la portada del cuartel, la cual merecería un capítulo aparte. Baste decir que tiene unos cinco metros de ancho por más de cuatro y medio de alto en su parte más alta.


Las catorce piezas de que consta se han hecho una a una, basándonos en el diseño de una amiga (¡¡Muchas gracias Isa!!) que se lo ha trabajado muy bien. Está hecha totalmente de madera empapelada con papel simulando piedra y algunos adornos de corcho. Ha sido un trabajo duro, pero merece la pena una vez que la ves plantada.



Además de estos trabajos manuales, también se van ultimando los detalles para la Cena de Presentación de Cargos, pero eso será en otro capítulo.

Próximamente otro capítulo.

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